Voy a atreverme a ensayar una traducción, un tanto libre, del poema IV (Phasellus ille quem videtis, hospites...) para cotejar algunos versos que me recuerdan un poema de Ovidio (Trist. 1.10) del cual ya di en este mismo blog, hace tiempo, una traducción en verso, bastante libre también ("Mi nave Minerva", de fecha 24-3-12). Vamos en primer lugar con los versos de Catulo. Con permiso de aquellos que piden traducciones bien ajustadas al texto original, yo voy a traducir los primeros versos del poema catuliano como sigue:
Esta que veis aquí, ¡oh. forasteros!, / presumida y ufana barquichuela, / blasona de haber sido la más rauda / y veloz de las barcas que transitan / por los anchos caminos del océano, / ya sea por los remos impulsadas, / ya por el viento que el velamen infla.
Y, seguidamente, vamos a poner en conexión estos versos de Catulo con los correspondientes de Ovidio. En su viaje al destierro en el Ponto Euxino, el poeta de Sulmona hubo de utilizar varios medios de transporte.Uno de ellos, el barco. El poeta en su travesía llega a familiarizarse con la nave y sentirse orgulloso de ella, como si se tratara de una competición en la que él toma partido por su propio medio de transporte, seguro de la superioridad del vehículo que lo transporta:
Vuela a la más leve brisa, / si hace falta usar la vela, / y, si hay que usar de los remos, / a golpe de remo vuela. / Y no se contenta sólo / con vencer en la carrera / voladora a sus rivales: / les toma la delantera / a los que han salido antes / por mucho antes que salieran.
Catulo había nacido en el 84 a. C. y Ovidio en el 43. El primero le llevaba, pues, más de 40 años al segundo. Contemporáneos de Catulo, aunque más jóvenes que él, eran Virgilio y Horacio. Al primero de éstos llegó a conocerlo personalmente Ovidio: Vergilium vidi tantum (Tr. 4.10.51) Es decir, llegó a verlo, ya que no a tratarlo.
Del segundo no dice nada, aunque bien pudo haberlo visto alguna vez en Roma. Virgilio murió en el 19 a.C. y Horacio en el 8 a.C. Ovidio murió en el destierro, el año 17 p. C.
La influencia de Catulo y de los grandes poetas de la época de Augusto se hace sentir en la poesía de Ovidio y ha sido tratada por los estudiosos del poeta al que el emperador nunca perdonó.