lunes, junio 08, 2009

¡NIKE, NIKE!

* La Victoria de Samotracia


Ayer, después de conocerse el resultado de las elecciones al Parlamento europeo, la familia pepera (en la que tengo algunos ramales) no cabía en sí de euforia. Había ganado su candidatura en el pugilato de las elecciones al Parlamento europeo: “¡Victoria, victoria!” − clamaban entusiasmados, aunque a punto de desplomarse, como el soldado de Maratón.


Bueno, sí, victoria, pero “pírrica”; es decir, por escaso margen; es decir,otra vez, con componentes de derrota: ha habido una considerable abstención por parte de un electorado escéptico, desconfiado de los unos y de los otros. No es como para echar las campanas al vuelo.


Tal es el hambre de victoria en las filas del PP que se ha tomado el resultado de la consulta popular como el veredicto de unas elecciones generales. No es para tanto, no nos engañemos.


El hecho de que Jaime Mayor Oreja, remiso a condenar el franquismo en ese mismo foro europeo, haya sido elegido para representar a España en él, es preocupante. Es un indicio de que estamos olvidando la historia: aquello que la Memoria Histórica estaba, precisamente, tratando de impedir. Los políticos mendaces y corruptos nos han llevado, inevitablemente, al escepticismo; a bajar la guardia frente a los viejos resabios exaltadores del franquismo. Malo (para la democracia, claro)


La guerra sin cuartel contra Zapatero está dando sus frutos. Guerra encarnizada, sin cuartel (afortunadamente, por el momento), limitada a los recursos mediáticos y al bombardeo de SMS (“¡ríndete ZP, te tenemos rodeado!”) A lo que podríamos replicar aquello de “¡Defiéndenos, Tintín!” (dicho sea sin retintín)


Anoche la sede del PP en la rue Génova era una explosión de júbilo. ¡Qué bien! Felicito, efusivamente, a mis antedichos ‘ramales’. A ver si les dura el gozo.


Y, sobre todo, a ver si redunda en provecho de España. Así sea.