jueves, enero 27, 2011

CICERÓN VS. AZNAR

La lectura de la Prensa de hoy me hace reparar en un breve artículo de opinión publicado en dos medios diferentes como son El País y Público.es Se trata de una carta firmada por un tal David Huray. Sólo el título difiere en cada uno de los dos periódicos citados. En el primero de estos dos periódicos, el título es "La irresponsabilidad de Aznar". En el segundo se presenta así el mismo escrito: "Un ex-presidente debe trabajar siempre por el bien de su país". Procuraré facilitarles sendos enlaces sobre la localización de dicho escrito. (en El País, y en Público)


¿Es posible que el odio y la inquina al Gobierno se pueda traducir en actos y declaraciones que vayan en detrimento de los intereses del propio país? Si esto fuese así tendríamos nuevamente que evocar la frase ciceroniana perteneciente a una obra desconocida, pero salvada para la posteridad a través de una cita de Quintiliano (Inst. Orat. 8.6.47-8): Esto me produce asombro, esto es lo que provoca mi queja: que exista alguien que quiera hundir a otro hasta el punto de agujerear el barco en el que él mismo navega.


No otra cosa parece estar haciendo el ex-presidente al desacreditar al gobierno de su propio país en este río revuelto de la actual crisis económica, para ganancia de especuladores y agiotistas de dentro y de fuera.

lunes, enero 24, 2011

FRANCAMENTE, ¿TIENE USTED SED DE URNAS?




La reciente convención en Sevilla del cotarro nacional pepero ha desbordado la incontinencia oratoria de sus líderes, provocando el brote de esas figuras retóricas que, como en el presente caso, ya estaban catalogadas desde muy antiguo. Así, por ejemplo, la que consiste en tomar el continente por el contenido, cuyo ejemplo más socorrido es el de “se bebió una botella de vino”, con lo que se entiende que lo que se bebió propia-mente fue el contenido de la botella, no la botella, etc. Además, hay otro caso patente de sinécdoque en la misma frase de Rajoy, “España tiene sed de urnas”. Es evidente que se toma la parte por el todo, o viceversa. La parte de España que parece estar sedienta de urnas es precisamente la del partido que lidera el Sr. Rajoy. Pero, como digo, es más bien el codiciado contenido de esas urnas lo que estimula la sed del partido: una abrumadora mayoría de papeletas que voten al PP. Las encuestas ya presagian este resultado favorable que los votantes del PP esperan ‘como agua de mayo’, nunca mejor dicho si es, como parece, en mayo cuando se celebrarán las municipales.

Yo no experimento la menor sed de urnas. Cada vez menos me apetece ir a cumplir con esta obligación ciudadana: el escepticismo que me produce la situación política me mata la sed de votar. Iré porque algo habrá que hacer, pero ya me dirán qué. Las perspectivas no son nada halagüeñas para la democracia, que parece reducirse a ese mero hecho mecánico de depositar una papeleta en una urna. ¿Votaré al PP como parece que va a hacer la mayoría? Pero, ¿cómo votar a un señor como Mayor Oreja que se permite unos excesos verbales de juzgado de guardia, descalificatorios y hasta calumniosos del oponente, como decir que el PSOE “se ha apuntado a la cultura de la muerte”; lo que viene a añadirse a otra barbaridad anterior como fue la de acusar al Gobierno actual de “connivencia con ETA”? Un señor que en el Parlamento europeo se opuso a la condena del franquismo, declarando implícitamente con ello su no ruptura con el pasado antidemocrático.

Desafortunadamente, la todavía ‘oposición’ apenas ha hecho otra cosa que tirar a degüello a Zapatero. Lo que es bien poco, por no decir nada, por el bienestar y la prosperidad de España.

¿Sed de urnas? No, mire usted. Más bien siento una inapetencia absoluta por encerrar mi voto entre esas cuatro paredes de cristal. El voto cautivo. El voto de la izquierda desesperanzada.

domingo, enero 16, 2011

EN LA DESPEDIDA DE ÁNGEL MUÑOZ RAMÍREZ

Ayer sábado, 15 de enero se celebró en el templo parroquial de Los Santos de Maimona el funeral ‘de córpore insepulto’ por Ángel Muñoz Ramírez, párroco que fue durante muchos años de esta población. El templo estaba ‘atestado’ con los feligreses, familiares y amigos, y con una amplia representación del clero comarcal: antiguos compañeros, sobre todo.

Aunque ya tenía programado un viaje para esa misma mañana, demoré un poco mi salida para asistir al funeral. Mi conocimiento de Muñoz Ramírez data de los años en que él era estudiante de Teología en el Seminario de Badajoz. Yo había ingresado en dicho establecimiento en 1946 y Ángel era uno de los dos encargados de cuidar los primeros cursos de la comunidad de menores (los llamados ‘pequeños’). Las restantes comunidades eran la de los medianos, los filósofos y los teólogos. Ángel Muñoz, como inspector de menores, presidía una de las mesas del comedor donde nos distribuíamos los estudiantes de los dos primeros cursos de Latín. Por lo menos durante un curso completo me tocó sentarme junto a él en el comedor. Nuestro trato era cordial y, desde luego, respetuoso por ambas partes. Recuerdo que le hablábamos de usted, como a persona mayor, por más que en aquellas fechas tendría a lo más 23 o 24 años.

Yo lo consideraba una persona inteligente, cosa que podía deducirse simplemente por su conversación, y él me correspondía con aprecio y me pronosticaba que, cuando yo fuese mayor, sería, como él, inspector. Por serlo, tenía él el privilegio de tomar en las comidas un suplemento alimenticio que llamaban ‘principio’.

Como persona ocurrente e ingeniosa, colaboraba en aquella revistilla confeccionada íntegramente a mano, en la que se hacían comentarios jocosos acerca de la vida comunitaria. También se solía insertar poemas. Todo ello constituía una de las secciones más celebradas de la revista (CHUMBI era el título de esta publicación) y el título de esa sección estaba encabezado por el lema “Humor y poesía cada día”; lema que, por cierto, remedaba otro de Juan Ramón Jiménez: “Amor y poesía cada día”. La lectura del Chumbi era un acontecimiento que sólo podía disfrutarse en las fiestas más señaladas: la Inmaculada, San José y, probablemente, el día del Corpus. Las pullas y bromas a cuenta de los compañeros eran uno de los temas más esperados. Ángel Muñoz era uno de los principales autores de aquellas ocurrencias. Por ejemplo, entre las frases del Kempis (con cuya lectura nos desayunábamos) había algunas que venían como anillo al dedo, referidas a casos concretos. Así, a un tal Bazago, que tenía una enorme linterna a pilas, se le aplicaba aquello de “quien me sigue no anda en tinieblas”. A García Bordallo, imberbe y de aspecto aniñado, a pesar de estar ya en la comunidad de los filósofos, se le dedicaba aquello de “cuantas veces estuve entre los hombres volví menos hombre” Y así un montón de casos más.

A partir de los cursos de Filosofía y hasta completar los cursos de Teología, era preceptivo exponer un tema desde el púlpito del comedor. El objeto era entrenarse para exponer la palabra sagrada en su día. Recuerdo que en uno de esos sermones de ensayo, Serapio Corchado (que era, precisamente de Los Santos) habló de Caín y de Abel y de los terrores y remordimientos que por su crimen experimentaba el fratricida. A éste lo atormentaba, sobre todo, la visión de un ‘ojo grande’ que lo observaba, allí donde quiera que fuese: “el ojo grande lo miraba”. Ángel Muñoz lo sacó en el Chumbi, aludiendo al célebre sermón en las páginas del periódico dedicadas a anuncios: “Oculista de Los Santos: especialidad en ojos grandes”.

Era el aspecto bien humorado de la excelente persona que fue Ángel Muñoz Ramírez.

QUE MANITÚ NOS PROTEJA, FORASTERO

Como por las praderas americanas antaño, pululan las tribus políticas por la vieja piel de toro. Y, con ellas, resurge la antigua Babel y esa nueva utopía que aspira a homologar las culturas y que se conoce con el nombre de Alianza de las Civilizaciones. Se produce de nuevo el abigarramiento étnico y/o político que pobló el viejo solar de lo que iban a ser los futuros Estados Unidos: cherokees, sioux, navajos, cheyennes...

Reconocemos en nuestros líderes políticos figuras ancestrales representativas de esas culturas. Por ejemplo, vemos en Rajoy a Toro Sentado, o, más bien, echado, tal como lo dibuja el caricaturista Peridis casi a diario, fumando, si no la pipa de la paz, el Cohiba de la discordia...

Lo que dispones está mal, Ceja Quebrada, por más que toda Europa te aconseja, más bien te exige, que lo hagas. Contigo vamos de cráneo, por no decir de culo...

Ayer, no más, nos dijo su preocupado y preocupante
oráculo en Público.es El Gran Wyoming. Creo que en esta ocasión el conocido showman, pese a su habitual histrionismo, y lo desaforado y un tanto pretencioso de su remoquete artístico, no trata de hacer el indio. Dice lo que siente y siente lo que dice. Y nos comunica, lúcidamente, su pensamiento, al participarnos sus temores acerca del futuro de esto que aún llamamos democracia, especialmente en este momento en que la oposición se dispone a pasar el testigo al PSOE durante la próxima legislatura. La no condena del franquismo, primer paso dado en el parlamento europeo por Mayor Oreja (apellidos que denotan indudables analogías con los motes amerindios) se convertirán definitivamente en el indulto político de la dictadura, probablemente, en una próxima rehabilitación de la misma sub specie democratiae. (Mayor Oreja se encargó de hacer el indio por parte de la representación española en el Parlamento europeo)

Y es que considerando retrospectivamente las aclamaciones populares al Caudillo ¿quién no diría que democracia y dictadura son compatibles? ¿Es que no tuvo apoyo popular el franquismo? Pues, ¿y las concentraciones en la Plaza de Oriente? ¿Y aquellos ‘vivas’ frenéticos, entusiastas, de las masas enardecidas?

Ceja Quebrada perderá las próximas elecciones. Esta es la predicción que anuncian, unánimemente, las sibilas de las encuestas. Los sondeos de opinión encargados de adivinar el porvenir.

Que Manitú nos proteja, forastero.

lunes, enero 10, 2011

El 'folklore', consuelo y contrapeso de la Dictadura

En la época ‘gloriosa’ de la posguerra, las folklóricas contribuyeron a hacer más soportable la vida de los españoles. Hay que evocar a Concha Piquer, a Juanita Reina, a Antoñita Moreno y las demás representantes de la saga: Marifé de Triana, Lolita Sevilla, Rocío Jurado...hasta llegar a las más recientes cultivadoras del género. Este se mantuvo en vigor gracias a la inspiración y al trabajo infatigable de los creadores, letristas y compositores, como el trío Quintero, León y Quiroga, por nombrar a uno de los más populares.
Algunas de estas ‘folklóricas’ formaron pareja artística, más o menos estable, con otros cantantes. Así Carmen Morell y Pepe Blanco, Lola Flores y Manolo Caracol, Juanito Valderrama y Dolores Abril...
Uno de los temas favoritos de estas parejas artísticas consistía en remedar las peleas de parejas en la vida real, sus trifulcas y reconciliaciones. Había que dar carta de naturaleza a esos rifirrafes como episodios normales de la vida real: una forma de hacerlos más llevaderos y soportables. Esos contratiempos se asimilaban mejor considerando que “son las cosas de la vida, son las cosas del queré”. A esta conclusión, que desembocaba en resignación, conducía la filosofía de muchas de estas coplas: “¡Qué le vamos a hacer, si no vale discutir las cositas del queré, del queré, y la vida que es así!”

Una de esas ‘folklóricas’ peleas conyugales era la que protagonizaban Carmen Morell y Pepe Blanco:


¡Quítate esa caretita pa mirarnos frente a frente,
que ha llegado el momentito de decirnos la verdad:
tú con uno y yo con otra y a vivir tranquilamente,
que la vida, aunque no quieras, siempre ha sido un Carnaval!

‘La vida es un Carnaval’ : he aquí uno de los tópicos literarios más típicos del Barroco.

Ya he contado en otra ocasión que un antiguo compañero de estudios, Javier Álvarez de Luna, unos años mayor que yo, tenía unas formidables aptitudes de caricato y conseguía remedar la voz del obispo Alcaraz Alenda y la del deán Don Daniel Gómez Ordóñez. Si cerrabas los ojos cuando Luna los imitaba, creías estar oyendo las voces de estos señores. Luna comenzaba su chacota tomando por interlocutor a otro compañero, Aparicio, que se desternillaba de risa por la parodia irreverente:
− "Qué te parece, Aparicio, lo feo que resulta oir al Sr. Obispo cantar
:

_¿Quién ha visto una pastora vestida de ricas pieles?”...

Y Don Daniel replicándole:



-“¿Quién ha visto un limpiabotas con corona de marqués?”

Carmen Morell y Pepe Blanco ayudaban a los españoles a sobreponerse a esas desgracias que son las desavenencias entre parejas, a resignarse a vivir, acomodándose a las circunstancias:

Me quisiste, bien te quise. Me olvidaste, te olvidé:
No vale ponerse triste ni por cuánto ni por qué.

Nada es auténtico, nada perdurable. Son las premisas filosóficas del Barroco trasladadas a la vida cotidiana.


Por cierto, sobre la antedicha pareja artística circulaba un chiste según el cual Carmen Morell era la cantante más vieja de España, debido al nombre de su pareja artística. Si no hubiera sido por el folklore y el humor negro ¿cómo hubiéramos podido soportar la crisis de la posguerra? En comparación con aquella crisis, la de ahora parece un juego de niños. Sobre todo considerando datos como el que revela que en la reciente campaña de Reyes se han vendido juguetes por valor de varios millones de euros.

domingo, enero 09, 2011

Silvana Mangano, nuestra primera maestra de sensualidad

*Carátula de la película "Arroz amargo"



Hay experiencias que nunca se olvidan, como los primeros amores, y una de estas fue la de la llamada de la sensualidad, allá por las remotas fechas de la pubertad. A algunos, esa llamada nos llegó a través del séptimo arte y muy concretamente con la película titulada Arroz amargo. La aparición de la actriz Silvana Mangano, moviendo sensualmente las caderas, marca el momento culminante del film, su apogeo, y su climax. Ritmo erótico de probada eficacia, con sus notas en grupos de tres, que suben y bajan:

Ya viene el negro zumbón
bailando alegre el bayón,
repica la zambomba y llama a la mujer...
Tengo ganas de bailar el nuevo compás;
y todos cuando me ven pasar:

_"Chica, ¿dónde vas?"
_"Me voy pa bailar
el bayón".


Sensualidad electrizante, contagiosa. Creo recordar que fue junto a la cartelera del cine que se colocaba por aquel tiempo cerca de la Cruz de los Caídos, junto al puesto de Luis El fontanés y la barbería de Domingo Robles; y quizás a propósito del estreno de la célebre película en Aceuchal, Fernando Baquero nos contó el más reciente chiste sobre la protagonista:



_ ¿Sabéis que a Silvana Mangano la han metido en la cárcel?
_ ¡¡ ¿?
_ Sí: Por 'silbá', por 'mangá' y por poner el "arroz amargo".


Sí, pero, sobre todo, por ponernos "a cien por hora" (máximo tope de la velocidad permitida en aquellos tiempos) en las curvas peligrosas de su anatomía
.

sábado, enero 08, 2011

SOBRE LAS INDICCIONES Y EL MÉTODO DE CALCULARLAS

Uno de los barbarismos que todavía se pueden escuchar en algunas zonas rurales de nuestra comunidad es el de llamar indiciones a las inyecciones: “Le tuvieron que poner la indición del tétanos”.

Una inyección consiste en introducir una sustancia, líquida, semilíquida o gaseosa en un cuerpo (‘le inyectaron morfina’, ‘le inyectaron colágeno, silicona…’, ‘le inyectaron cemento a la grieta’, ‘le inyectaron aire a la rueda’) Hay medicinas inyectables en el cuerpo mediante una jeringuilla y una aguja hipodérmica. Se puede utilizar la vía intramuscular, la vía venosa o la parenteral.

Una indicción, en cambio, es una cosa muy distinta. Se refiere a un cómputo temporal, ya en desuso, que consistía en dividir los años a partir del nacimiento de Cristo en periodos de 15 años (quindenas o quindecenios) Pero considerando que el nacimiento de Cristo tuvo lugar 3 años antes de lo que solemos llamar el comienzo de la Era Cristiana (que arranca a partir de la reforma del calendario por Octavio Augusto) se suele agregar 3 años a la cifra correspondiente al A.D. o año del Señor.

En el año 312 de dicha Era Cristiana el emperador Constantino estableció el uso de las indicciones, o períodos de 15 años. Así la primera indicción abarcaría los 15 años subsiguientes a aquella fecha, concretamente, desde el Edicto de Milán (313) por el que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Estado, hasta el año 327 inclusive.

Hay una triple vía también para calcular esta clase de indicciones:

1ª) La que consiste en añadir 3 a la cifra que indica el año del Señor cuya indicción se quiere determinar. Esa suma se divide por 15. Si hay resto, este número señalará la indicción que corresponde al año dado. Ejemplo: ¿Cuál es la indicción que corresponde al año 1238 de la Era Cristiana?

1238 + 3 = 1241; 1241: 15 = 82, resto 11 (la indicción 11, o XI, corresponde al año 1238)

2ª) Idénticos resultados obtendremos con los dos procedimientos subsiguientes, a saber:

a) Se divide el número correspondiente del A.D. por 15 (sin añadir 3) Y al resto de esta división se añade 3. Resultado, el mismo: el número correspondiente a la indicción.

1238 : 15 = 82, resto 8. 8 + 3 = 11 O sea la indicción es la misma, la número XI

b) También obtenemos el mismo resultado si hacemos lo siguiente: Al año del Señor le restamos 312 (fecha en la que el emperador Constantino instituyó el comienzo del cómputo de las indicciones) Pongamos, como en el caso de los ejemplos anteriores, el susodicho año 1238:

1238 – 312 = 926; 926 : 15 = 61, resto 11. Es decir, se trata nuevamente de la indicción XI.

Cuando el resto de la división es 0, significa que concluye la indicción XV de ese período. El año anterior corresponderá a la indicción XIV y el año posterior será el año de la indicción I del periodo siguiente.

Hoy el cálculo por indicciones está completamente en desuso. Duerme el sueño de los siglos en el desván polvoriento de los códices del Medievo
.

jueves, enero 06, 2011

VERSIÓN LIBRE DEL CIL,II, 761

Se trata de la inscripción latina correspondiente a la capilla de San Julián, en el puente de Alcántara. La que figura actualmente en la lápida data de la restauración del monumento durante la época de Isabel II. No compartimos plenamente el texto ni de una ni de otra. Menos, desde luego, el adoptado por los restauradores.






Si aquí hemos elegido esta transcripción es porque nos muestra el texto en su versión más antigua. El orden de los dísticos de esta versión es el que nos sirve de pauta frente al orden de las transcripciones sucesivas. Son 12 versos repartidos en seis dísticos (un hexámetro más un pentámetro) El orden de los dísticos, en las diferentes versiones es como sigue:








A (versión del CIL, II, 761): 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º




B (versión de Clarke, 1763): 1º, 2º, 4º, 3º, 5º, 6º




C (versión de la Restauración isabelina): 1º, 2º, 3º, 5º, 4º, 6º




D (versión del A.T. con el ordenamiento llevado a cabo por Bucheler): 1º, 2º, 4º, 6º, 3º, 5º








Los datos anteriores son para quienes pretendan profundizar más en el tema. Ahora vamos a la traducción que propongo del texto de la lápida (la foto que acompaña se refiere al texto según C) La traducción que sigue se refiere a la del texto según A.






Traducción del epigrama según la versión A






En la roca del Tajo un templo existe / por los dioses y el César habitado, / donde la majestad de las deidades / supera en excelencia la del arte. / Quién lo trazó y qué votos cumplía / preguntará, tal vez, el vïajero / que gusta de saber noticias nuevas. /Este puente, de vastas proporciones, /Lácer lo construyó, porque pudiera / ofrecer, con honor, los sacrificios / que a los dioses propician, quien quisiere. / Un puente que durase por los siglos / Lácer trazó con arte soberano. / Él también dedicó los nuevos templos / (sólo ofrendas aplacan a los dioses) /Y él mismo erigió el templo a las deidades / Romúleas, incluido nuestro César/.


Felizmente, uno y otro *, consagrados/.


___


* es decir, el templo y el puente.




ADVERTENCIA: Pulsar en la imagen para poder leer la inscripción en latín. Pulsar una segunda vez sobre la imagen resultante del primer clic.


miércoles, enero 05, 2011

LOS DÍSTICOS DE LA CAPILLA DE SAN JULIÁN, EN ALCÁNTARA

La inscripción en latín que campea en la actualidad sobre el dintel de mármol, en la capilla sita frente al puente de Alcántara, reproduce el texto de una inscripción más antigua, atribuida al arquitecto Cayo Julio Lácer, autor del puente y de la propia capilla. Parece que el texto hubo de ser reparado en ocasiones anteriores, debido al deterioro de la piedra. Hacia finales del siglo XV el texto de la inscripción resultaba parcialmente ilegible, en especial el verso 10º, del que Apiano propuso la siguiente lectura:



SCILICET ET SVPERIS MVNERA SOLA LITANT (1)




Esta lectura fue aceptada por Nebrija, y la inscripción así refrendada por su autoridad se mantuvo hasta la magna compilación de inscripciones llevada a cabo en el siglo XIX por Burmann, Hübner y otros. Y así fue incluida en el CIL (II) (Corpus Inscriptionum Latinarum, 761)

No obstante, la propuesta de Apiano, aceptada por Nebrija, no satisfizo a muchos de los latinistas de la época y recibió críticas adversas ya desde ese primer retoque. Ya en el siglo XVI, Francisco de Rades y Andrade anotaba que “Antonio de Nebrissa escrivio que dezia este verso scilicet et Superis munera sola litant, en lo qual se engaño” (2)

Otros humanistas de la época preferían considerar como ‘ilegible’ el verso en cuestión y este fue el parecer de Ambrosio de Morales que, sin embargo, pidió ayuda a un humanista portugués que gozaba por entonces de gran predicamento en España: André de Resende. La propuesta de Resende se hizo aprovechando la parte legible y reconstruyendo, a base de ella, el resto del verso (pentámetro):




ILLIC SE SOLV[IT DIS NISI] VOTA LITANT (3)




Si esta solución satisfizo, o no, a Morales no lo sabemos. El caso es que se siguió, en ese mismo siglo, con la pretensión de reconstruir el verso partiendo del fragmento legible. Así Gabriel de Castro, imaginando que el autor del epigrama había intentado asignar sendas finalidades al puente, por un lado, y a la capilla, por otro, restituyó el texto que faltaba de la siguiente manera:




ILLIC SE SOLV[VNT HIC SIBI] VOTA LITANT (4)




Solución que le pareció excelente al P. Enrique Flórez y que incluiría en su España Sagrada, (vol.XIII, p. 126). Y esa lectura fue la que sería adoptada por la comisión de la Real Academia de la Historia encargada de supervisar el texto en la restauración del monumento llevada a cabo durante el reinado de Isabel II.

Desde luego, Hübner y los compiladores germanos del CIL en el siglo XIX prefirieron, a falta de otra mejor, la primera lectura de Apiano que Nebrija había refrendado. Pero ocurrió que el citado epigrafista alemán localizó en la Real Biblioteca de Turín una transcripción que hasta entonces había ignorado y que le pareció más convincente que las demás. A esta transcripción la catalogó como Anónimo Turinense. En realidad era la misma que había propuesto el portugués Resende en el siglo XVI, a petición de Ambrosio de Morales. Parece que Hübner había ignorado este extremo, así como la anotación marginal que hace Honorato de Juan al Códice Valentino, atribuyendo a Resende esa misma lectura.

Todavía en el siglo XVIII hubo una transcripción realizada por un clérigo irlandés que visitó España hacia mediados de ese siglo. Incluyó dicha transcripción en su libro Letters concerning the Spanish nation, publicado en Londres, en 1763. El autor del libro, Edward Clarke, repite esencialmente la misma transcripción del CIL (II), 761; (o sea, la de Apiano y Nebrija) pero invierte el orden de los dísticos 3º y 4º de ésta; y en el verso 10º, en vez de ‘litant’, dice ‘libant’. Por lo demás introduce errata en el verso 4º (‘cunque’, en vez de ‘cura’)

La crítica textual más actualizada (Blanco Freijeiro, José Mª Blázquez, Juan Gil...) se adhiere, con Hübner, a la transcripción del Anónimo Turinense, que resulta ser la misma que propusiera, ya en el siglo XVI, André de Resende, a instancias de Ambrosio de Morales.

En tanto, algunos estudios publicados en Portugal (véase, por ejemplo, el titulado “Da invenção de inscrições romanas pelo humanista André de Resende”, en Estudos sobre epigrafia, Minerva, Coimbra, pp. 29-56) vienen a demostrar que Resende ‘se inventaba’ algunas transcripciones en determinadas circunstancias. Y eso sirve como una especie de prevención para que no prestemos crédito, o para que no admitamos su autoridad en casos como el que nos ocupa.

Pues, no. Porque en el caso de la inscripción del templete de Alcántara, ya sabemos de antemano que el verso restituido es inventado: sea su promotor Nebrija, o Fernández Franco, el P. Flórez, o Resende. Lo que importa es que ese verso sea convincente, correcto métrica y sintácticamente, y tenga sentido por encima de los otros que se han propuesto. Y estas condiciones las cumple, por encima de las demás, la conjetura de Resende.

De las otras propuestas, sólo hay que leer la carta de Mayáns i Siscar a Burmann. El erudito valenciano rechaza las propuestas de Apiano-Nebrija y la de Castro-Fernández Franco- Flórez-Comisión Restauradora de la RAH. De la del Anónimo Turinense-Resende nada dice. Al parecer, no llegó a conocer esta transcripción (5).
En resumen, la inscripción actual del dintel en el templete de San Julián no es la más plausible. El verso cuestionado (que aquí es el 8º) no es admisible, ni por la sintaxis ni por el sentido.¿Cómo pueden los ‘votos’ cumplirse a sí mismos, u ofrecerse a sí mismos? Pero, sobre todo, ¿cómo se cumplen, precisamente, en el puente, por más que tenga sentido el que se hagan (=se formulen) en el templo?

Ahora bien, el verso tiene pleno sentido cuando se considera que el que hizo el puente, Lácer, hizo previamente el voto de construirlo y cumplió, por su parte, lo que prometió.

El que los dioses, a su vez, aceptaran, o no, el voto, eso ya no le competía a él. Aunque es de suponer que sí, que los dioses recompensaron con la gloria y la fama al arquitecto.

___

(1) Es sabido que a los dioses sólo las ofrendas les propician

(2)Citado por H. Gimeno Pascual en "La inscripción del dintel del templo de Alcántara (CIL, II, 761) : una perspectiva diferente, en Epigraphica, 57 (1995), p. 110, nota (38)

(3) Esta fue la propuesta de Resende y la que adopta el Anónimo Turinense (significa: allí se liberó de su voto (el arquitecto) , si es que los votos no propician a los dioses)

(4) Esta es la lectura que adoptó la comisión de la RAH encargada de supervisar el texto de la restauración en el reinado de Isabel II (parece querer dar a entender que en el puente se cumple lo que en la capilla se promete)

(5) En realidad no pudo conocerla, ya que Mayáns pertenece al siglo XVIII y el hallazgo de Hübner (la copia del Anónimo Turinés) corresponde al siglo XIX.

NOTA: Ver enlace con entrada anterior

lunes, enero 03, 2011

"Donde el metal más fresco se marchita" (M.H.)

Velázquez, "La fragua de Vulcano


El verso del epígrafe pertenece al primer soneto de El rayo que no cesa, poema que ocupa el segundo lugar entre todos los que componen el libro. Resulta asombrosa la maduración del poeta en tan breve espacio de vida. Siete años escasamente le lleva el ponerse a la altura de los mejores poetas de su tiempo. Todo un record de velocista, de plusmarquista de la lírica. En este libro el poeta revela su extraordinaria capacidad para realizar las más sorprendentes síntesis poéticas. Hecho que provoca el entusiasmo del mismo Juan Ramón Jiménez, que tan crítico se había mostrado con algunos de los poetas del 27. El de Moguer se muestra maravillado por las aptitudes del “extraordinario muchacho de Orihuela”.

Y es que el poeta ha quemado etapas con asombrosa celeridad. Su capacidad para asimilar los recursos expresivos de la mejor poesía (San Juan de la Cruz, Góngora, Rubén Darío…) lo faculta para realizar las más geniales síntesis poéticas. Pero será la experiencia vital del amor, intuido como rayo, el verdadero desencadenante, el catalizador que acelera esa fulgurante aparición de su madurez poética.

Las nueve cuartetas del poema inicial del libro son la prueba más ilustrativa de ese admirable ascenso magistral por el que se sitúa a nivel de los mejores. La intuición aleixandrina del amor concebido como destrucción (es decir, muerte) es la experiencia más crucial que el poeta vive, como destinatario de esa especie de rayo jupiterino que es el amor. Lo siente revolar en torno a sí, cerniéndose sobre él:

Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.

Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está y, mi corazón,
y mi corazón con canas.

Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.

Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo,
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.

Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible y el dolor
me hará, a mi pesar, eterno.

Mas al fin he de vencerte,
ave o rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue, cuchillo,
volando, hiriendo; algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.

¡El “tiempo amarillo”! ¡Qué asombrosa síntesis! Pura intuición del poeta que acaso ni conocía el nombre de esa figura literaria (hipálage) y que, sin embargo, aplicaba lúcidamente, atribuyendo al tiempo el color amarillo de la fotografía.

La lucidez con que el poeta vive la experiencia del amor como autodestrucción se revela en figuras literarias de admirable plasticidad: el “cuchillo”, el “rayo”, la “fragua”. Como contrafigura de Vulcano (sin cojera, en este caso), el poeta forja en sus versos el rayo jupiterino en su fragua interior. Trabajo de cíclopes. En las entrañas del Etna, en Sicilia, están los talleres de Vulcano donde éste forja los rayos jupiterinos que fulminan. En este caso el destinatario del rayo, en forma de amor, ha sido el poeta.

En esa fragua vulcánica, o volcánica, se forja el poeta. La forja del poeta es, en este caso, la forja de un rebelde que, contra todo el empeño que pusieron los que quisieron desviarlo de su trayectoria hacia la libertad y la justicia social, no consiguieron doblegar, por más que intentaron comprarlo: el canónigo Almarcha, o los poetas ‘falangistas’ que se prestaron a sobornarlo para hacer que se convirtiera al régimen, a cambio de la libertad.

El canónigo Almarcha, inflexible, antepuso a la caridad cristiana de ayudar al necesitado la exigencia de hacerle cumplir los preceptos del catolicismo. Lacayo y satélite del franquismo, Almarcha fue de aquellos obispos en cuyo nombramiento participaba el Caudillo; estuvo adscrito al Régimen desde los primeros momentos de la sedición militar.

Miguel no claudicó. Y con su muerte, pero sobre todo con su poesía, se ganó a pulso la inmortalidad. La fama perennis, como la del guerrero García Lasso cuya estatua yacente vemos en el convento de Santa Clara de Zafra:

At mors nil nocuit, nam vivit fama perennis
(La muerte no le hizo daño, pues vive su fama perpetua)

domingo, enero 02, 2011

PRIMER MENSAJE DE 2011




Uno de mis corresponsales de correo electrónico me envía, para su difusión entre mis otros corresponsales de Internet, el correo que aquí les inserto. Desde hace algún tiempo tengo la impresión de que la mala gestión de la economía española, que nos acucia últimamente y que ha obligado al actual Gobierno a poner en práctica ciertas medidas de austeridad, proviene, en gran parte, de una administración inadecuada y de que sus más drásticos remedios no dependen de esos recortes, que el susodicho Gobierno hace recaer sobre el conjunto de los españoles, sino de que los recortes en cuestión no se aplican donde precisamente deben aplicarse. El referido escrito, me parece, viene a poner el dedo en la llaga: ahí donde le duele a la economía española y que hace que, a diferencia de otras economías más saneadas, como la alemana, nos muestre el hecho palmario de que esas economías actúan más sabiamente que la nuestra porque, aparte de ser más disciplinadas, distribuyen de una manera más equitativa la riqueza nacional. Este escrito nos revela, a mi entender, la clave de por qué nuestra economía (y la de otros países con parecida estructura económica) vaya mal y, en cambio, vaya bien la de esos países cuya democracia está en una fase más avanzada.


TEXTO DE REFERENCIA



EL GOBIERNO baja el sueldo a los funcionarios y suprime el cheque-bebé para afrontar la crisis que han generado los bancos y los especuladores bursátiles.

Nos gustaría transmitirle al Gobierno y al PP, que también gobierna en muchas Comunidades Autónomas y organismos, lo siguiente:

Dediquen su empeño en rebajar LA VERGÜENZA DEL FRAUDE FISCAL, que en España se sitúa alrededor del 23% del P.I.B. (10 puntos por encima de la media europea) y por el que se pierden 241.000 millones de euros, fraude que repercute en mayores impuestos para los ciudadanos/as honestos/as.

TENGAN LA VERGÜENZA de hacer un plan para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que Vds. les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos; en vez de facilitar el crédito a las familias y a las empresas, y aumentar las comisiones por los servicios bancarios.

PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad.

ELIMINEN la duplicidad de muchas Administraciones Públicas, suprimiendo organismos innecesarios, reasignando a los funcionarios de carrera y acabando con los cargos, asesores de confianza y otros puestos nombrados a dedo que, pese a ser innecesarios en su mayor parte, son los que cobran los sueldazos en las Administraciones Públicas.

HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.

DIJO la Vicepresidenta del gobierno "que es indecente que mientras la inflación es -1%, y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de acuerdo en alargar la jubilación a los 67 años".

Nos gustaría transmitirle a esta "Sra. Vicepresidenta" y a todos los políticos, lo que consideramos indecente:

INDECENTE es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 €, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes.

INDECENTE es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

INDECENTE es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con 7, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)

INDECENTE es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

INDECENTE es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo, (ni cultural ni intelectual).

INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase y paseando a la familia o la amiguita/o de turno) y tarjetas de crédito por doquier.

INDECENTE No es que no se congelen el sueldo sus señorías, sino que no se lo bajen.

INDECENTE es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.

INDECENTE es que ministros, secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.

Y que sea cual sea el color del gobierno, todos los políticos se beneficien de este moderno "derecho de pernada" mientras no se cambien las leyes que lo regulan. ¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Ja.

Juntemos firmas para que haya un proyecto de ley con "cara y ojos" para acabar con estos privilegios y con otros.

Haz que esto llegue al Congreso a través de tus amigos

ÉSTA SÍ DEBERÍA SER UNA DE ESAS CADENAS QUE NO SE DEBE ROMPER, PORQUE SÓLO NOSOTROS PODEMOS PONERLE REMEDIO A ESTO, Y ÉSTA SÍ QUE TRAERÁ AÑOS DE MALA SUERTE SI NO PONEMOS REMEDIO. Está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos".


(Fin de la cita)