jueves, agosto 26, 2010

LUSCINIA PHILOMELA

He recordado, de madrugada, los versos de Virgilio que evocan el canto del ruiseñor. Son de una ternura inmarchitable. Hace muchos años que los aprendí de memoria, allá por los años 50 del siglo pasado, cuando el benemérito Don José Rodríguez Cruz (†), administrador y profesor del Seminario, nos motivó a los de mi clase mediante un incentivo (dispensarnos del examen de fin de curso) si traducíamos Las Geórgicas. Nos repartimos la tarea entre cuatro compañeros de promoción: Antonio Zambrano García (†), Sebastián Rubio Llerena (†), Miguel García Gómez, y quien esto firma.

¿Me tocaron a mí los inmortales versos? Tal vez. El caso es que desde tan lejanas fechas recuerdo esos versos conmovedores. El lector me dispensará que los deje en su lengua original, para seguidamente traducirlos, como mejor sepa, al castellano:


Qualis populea maerens philomela sub umbra
amissos queritur fetus quos durus arator
observans nido implumes detraxit, at illa
flet noctem ramoque sedens miserabile carmen
integrat et maestis late loca questibus implet.

(Georg., IV, 511-5)

(
Como el ruiseñor en la umbría de la alameda, apesadumbrado, llora por sus perdidos polluelos, a los que el inclemente labrador, viéndolos en el nido, implumes todavía, los arrebató, y él llora toda la noche y posado en la rama emite su lastimero canto y va con tristes quejas poblando los contornos).

Hermosos versos inmortales. Espero que sirvan al lector de compensación por los antipoéticos versos de mi anterior entrada.

jueves, agosto 05, 2010

El franquismo que no cesa



Hace sólo una semana, concretamente el 28 de julio pasado, el periodista M. Saco publicaba, en las páginas de Público, un artículo con el título “La fatalidad que nos espera”. Asumía el autor los inconvenientes que podrían derivarse del eventual triunfo del PP en el próximo ejercicio político, tras las próximas elecciones. Los sondeos dan como ganador al PP, que saca una ventaja de más de 6 puntos al PSOE, según las últimas encuestas. Parece ser que, según todos los pronósticos, la derecha volverá a tomar las riendas del poder en 2012, si es que no se adelantan las elecciones, o triunfa una eventual moción de censura.
¿Cuáles son las perspectivas que aguardan a esta ‘valetudinaria’ democracia en el caso de resultar ciertos esos pronósticos? Pues, a mi entender, no son nada halagüeñas, como para que podamos hacernos ilusiones, en el sentido de poder desprendernos del franquismo residual que aún lastra y entorpece el desenvolvimiento y normal desarrollo de la democracia española.
La condena explícita del franquismo, conseguida con forceps en el Parlamento, tras poner a parir al partido del PP, entonces en el gobierno, fue después objeto de palinodia en el Parlamento Europeo, donde el representante español del PP, Mayor Oreja, se negó a refrendar esa condena. Lo que ‘retrotrajo’ nuestra valetudinaria democracia a la fecha anterior al 20-N-02.

Nuestra democracia arrastra deficiencias congénitas, con las que transigimos en aquella Constitución pactada de 1978, con la esperanza de que ciertas taras de nacimiento se irían corrigiendo a medida que esa democracia, diseñada ad nutum factionis victricis (‘a la medida de la facción vencedora’) se fuese consolidando en madurez. No ha sido como esperábamos. La derecha no sólo dio marcha atrás en la condena del franquismo, por medio de su portavoz en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja; sino que, afianzando sus posiciones y valiéndose de sus enlaces en las altas instancias jurídicas de la nación, consiguió apartar de la judicatura a Baltasar Garzón, impidiendo así la condena jurídica del franquismo.

He ahí una asignatura pendiente de nuestra democracia, que nos impide ingresar, de pleno derecho, en el cuerpo jurídico de las democracias europeas. El PP es la rémora que impide, o dificulta, esa incorporación de España a la democracia internacional. El portavoz del partido de la oposición en el Parlamento europeo, ha sostenido en él la peregrina tesis de que él y la formación política que él representa no tienen por qué condenar el franquismo (¡es decir, la antidemocracia!) toda vez que él/ellos vivieron esa época plácidamente, en perfecta armonía con el régimen nacido del golpe de Estado.

Pues bien, este partido es el que, según los más recientes sondeos, se perfila como ganador en las próximas elecciones.

Si tal cosa ocurriera (quod di averruncent! – ‘¡no lo permitan los dioses!’ que dirían los Romanos) tendríamos la versión más surrealista posible de una democracia europea en la actualidad: aquella que hizo compatible la impunidad de la más sangrienta y larga de las dictaduras con las ideas de libertad, justicia y madurez cívica. ¡Qué no intentarán desde el gobierno los que contra el gobierno tanto han podido!

En fin, estamos avisados. Sólo nos queda esperar la fatalidad con estoicismo.