sábado, noviembre 24, 2018

MEMORIA DE ÁNGEL BALBUENA

     Inserto aquí la silueta de mi amigo Ángel Balbuena Toribio, recientemente fallecido en  este mismo mes, el 3 de Noviembre del año en curso. Su fallecimiento ocurrió en Badajoz, en la residencia de mayores La Soledad, donde se hallaba asilado desde hacía unos meses. Su cadáver fue trasladado al cementerio de Entrín Bajo, su pueblo natal, el día 4 de este mismo mes.

Ejerció funciones de cura de almas en Almendralejo. Posteriormente emigró a Alemania y allí estuvo de capellán de emigrantes entre los residentes españoles. Tras su jubilación fue acogido en la casa residencia ya citada anteriormente y allí falleció el 3 de Noviembre de este mismo mes. Poseía algunas propiedades en su pueblo natal (casa y tierras de labor, que, según tengo entendido, ha legado a instituciones benéficas). Descanse en paz el recordado amigo, uno de los más fieles que he tenido a lo largo de mi vida, desde que coincidimos juntos en el Seminario Diocesano de Badajoz. Inserto la silueta que le hice un día, hace muchos años, probablemente desde nuestra convivencia en el Seminario a la que hago referencia más arriba: Requiem aeternam dona ei, Domine. Según la fórmula habitual de los oficios de difuntos, que solía usar la Iglesia cuando el Latín ejercía todavía como lengua viva oficial de la institución eclesial. Que descanse en paz el recordado y entrañable amigo que para mí fue Ángel Balbuena.