domingo, septiembre 06, 2009

Error de cálculo

Errare humanum est, dice un aforismo latino que podría convertirse en el axioma capital del Humanismo. Y otra sentencia, también en latín, afirma que sapientis est mutare consilium, lo que puede traducirse libremente por “rectificar es de sabios”.

Un viejo profesor mío, D. Teodoro Encinas de la Rosa, canónigo que fue de la catedral de Badajoz y profesor del Seminario, solía colocar la siguiente apostilla al último de esos aforismos: sed sapientioris est non mutare (pero es [de] más sabio no tener que rectificar). Y, también, añado yo ahora, más propio de dogmáticos. Yo voy a rectificar como menos sabio y, desde luego, no quiero ser dogmático.¡Líbreme Dios!

He rectificado anteriormente a propósito de uno de mis autocomentarios a mi entrada en este blog titulada “Galaxias caníbales” (la luz del sol tarda 8’3 minutos en llegar a la Tierra, no 8 segundos, como afirmé, por error)

Ahora quiero rectificar a propósito de otra cuestión, que tampoco resolví correctamente en uno de esos autocomentarios. En él hice una aplicación incorrecta de la fórmula elemental de la Física
e = v.t (1)

El espacio (en el movimiento uniforme) es igual al producto de la velocidad por el tiempo. De esa primera fórmula se deduce que:

v = e / t (2) y, también: t = e / v (3)

Un sencillo ejemplo de aplicación de la fórmula (3): ¿Cuánto tiempo tardará en llegar a su destino, situado a 540 kms. de distancia, un autobús que lleva una velocidad media de 90 kms. hora?
t = 540: 90 = 6 horas

Ahora bien, la velocidad de la luz (a menos que algún físico me contradiga) es constante y se cifra en 300.000 kms/ seg. El problema que nos planteábamos era averiguar cuánto tiempo tardaría la galaxia de Andrómeda (la presunta galaxia caníbal) en alcanzar la Vía Láctea, para fagocitarla, sabiendo que se dirige hacia nosotros a una velocidad de 400.000 kms /hora
Supongamos (mera hipótesis de trabajo) que la nebulosa caníbal se halla a la distancia de 2 años-luz * Hemos supuesto esta cantidad para simplificar cálculos y porque estamos convencidos de que, aun a esa aparentemente modesta distancia, el presunto suceso no debería inquietarnos: faltan muchos años para el evento (aunque menos de los que yo suponía en los primeros cálculos)

El error estaba en que, al computar la velocidad en kilómetros hora, el tiempo tenía que venir dado en horas, no en años. Esas horas deberían después ser reducidas a años, o si lo preferíamos, a siglos.
Como la velocidad de la luz viene dada en kms / seg., primero debemos reducir los kms. / seg. a kms. / hora, multiplicando 300.000 por 60 por 60. Luego, los kms / hora habrá que multiplicarlos por 24 horas que tiene 1 día y, el resultado, multiplicarlo por 365 días que tiene 1 año. Finalmente, este último resultado habrá que multiplicarlo por 2, que son los años-luz a los que hemos supuesto que está situada Andrómeda.
En resumen, el espacio interestelar que tendrá que recorrer Andrómeda para alcanzarnos será el resultado de multiplicar:
300.000 por 60 por 60 por 24 por 365 por 2
Dicho espacio lo recorrerá la galaxia a la velocidad punta de 400.000 kms / hora

El resultado, en horas, es que empleará 47.304.000 horas en recorrerlo.
Dividiendo esta cantidad por las horas que tiene un año: 24 por 365 = 8.760 horas
el resultado es 5.400 años.

¡Cinco mil años y cuatro siglos!
Es decir, casi otro tanto del tiempo transcurrido desde las pirámides al día de hoy.

No hay motivos para inquietarse.
_____

* En realidad está a 2'3 millones de años-luz, según datos de Google que me parecen fidedignos.

jueves, septiembre 03, 2009

Galaxias caníbales




Según noticias inquietantes de ciertos astrónomos andaluces (esperamos que sean de Lepe, con lo cual podríamos entender la cosa como chiste) la galaxia de nombre Andrómeda tiene hábitos demostradamente caníbales: engulle, o fagocita, o se zampa, a otras galaxias congéneres. Y lo malo es que, según dicen, se nos está aproximando, seguramente con intenciones nada buenas, ¡a más de 400.000 kilómetros por hora! ¡Pues sí que viene deprisa! Menos mal que, según los cómputos estelares (en los que suele contarse por años luz) esa velocidad es la de un caracol con reúma. Sólo con que tarde dos o tres añitos-luz en llegar, ya no nos pilla.

Otros peligros nos aguardan a más corto plazo: la gripe alevosa y nefasta (A1N1) la fusión de los hielos polares, como consecuencia del calentamiento global – se prevé que para el 2030 no quede ni para un cubito de hielo en el Polo Norte) toda una serie, en fin, de amenazas para que no nos falten motivos de inquietud ¿Qué será de nuestros nietos? −pensamos los abuelos de hoy− La verdad es que los pobrecitos lo van a tener crudo, y más lo siento por ellos que por mí.

La voracidad de Andrómeda no me inquieta, en absoluto. Más preocupante me resulta que la bomba atómica (hasta ahora una amenaza utilizada con fines principalmente disuasorios) se pueda convertir en un instrumento de chantaje por parte de algunas naciones con pujos de poderío. No es improbable que pueda surgir algún Hitler que ceda a la tentación de utilizarla.

Una vez más, corren rumores de la proxima fecha del fin del mundo. Claro que también esto es un tópico antiquísimo:


En alguna parte está listo
el palacio del Anticristo.


Que ya dijera el inolvidable Rubén Darío, siempre angustiado por la obsesión de la postrimería.